Anthropologie, la marca de la diversidad.
Yo, por lo pronto “ya me vi”. Si creía que mi carrera no es compatible con “el buen gusto”, ahora acepto que me equivoqué. También, en medio de la "etnopausia" y la pérdida de esperanza de tener un futuro fértil, he encontrado una buena opción para hacerme creer que la Antropología es, de hecho, un buen negocio.
Y para todos aquellos que creen que la Antropología es sinónimo de pirámides, huesos, piedras, momias y morralitos tipo Indiana Jones, aquí hay otro ejemplo de lo que la Antropología NO es. Aquí, la dotaron, otra vez, de lo único que no tiene: glamour. Y es un buen jalón de patas para todos aquellos antropólogos cuyos epitafios dicen: la antropología, en efecto, es la hija del imperialismo. Con excepción de Leví-Strauss, porque él todavía no tiene epitafio pero ya tiene marca.
Jesús Ortega, en su campaña a candidato para jefe de gobierno manejaba un slogan terroríficamente ilustrativo para este caso: “NADA NOS DETIENE”.
...la foto fue tomada por mi wey el Iván en San Francisco, especialmente para mi diversión.
2 comentarios:
El pedo es que luego hay antropólogos que creen precisamente eso.
Por cierto mi hermano pensaba que eres catadora de vinos, por aquello de la enología
Ya no vi.
Eso de la enologa, se lo dije yo primero, jojo.
Y de seguro es San Francisco del Rincón, andaba visitando al Fox, el querido MM.
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