4 jun 2007

ver para creer

Mientras escribo este post, me debato el semestre en un ensayo de antropología de la religión, sobre el cual no me interesa (mejor dicho: no se me ocurre) escribir absolutamente nada. Uno siempre sabe qué es lo que se debe hacer cuando es obvio que los saboteadores personales están trabajando horas extras, el problema es que no se hace. También se sabe qué es lo que uno no debe hacer: encender el televisor. Pero lo que definitivamente no debe hacerse es encender el televisor y sintonizar un programa de noticias insólitas:

El famoso “cepillo Pérez”, respetable personaje de cierta comunidad ecuatoriana, mereció su apodo, su status, y diez minutos de tiempo televisivo después de haberse tragado ¡su cepillo de dientes!


(hmmmmmm, envidable)


Tan tán.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si no la controla, no la fume.
jojo

sludge factory dijo...

apoyo y refuerzo el comentario del compañero rooster, además hago una sugerencia, cuando se la fume, invite.