27 ene 2008

memorias del exilio



Estaba el General Republicano Leopoldo Menéndez López (bisabuelo de una orgullosa servidora) en una cena. Entre los invitados se encontraba una señora, reaccionaria, a quien, previamente, habían presentado con el General.
Durante la cena, dicha mujer y él se sentaron juntos. La conservadora acosaba con preguntas torpes, y evidentemente agresivas.
—Disculpe, General ¿es cierto eso que dicen que los “rojos” se comían a puños a los curas?—

El bisabuelo siguió callado, concentrado en ignorar dicha pregunta. La insistencia de la mujer para encontrar una respuesta provocó, finalmente, una contestación; tras ser acusado de impertinente y sordo, el General la miró y le dijo:
—Disculpe señora, no es que ignore esa pregunta, es que no conozco la respuesta. Verá usted, a mí, como General, en rango, me correspondían los obispos—


Pero igual que combatimos,
rumba la rumba la rumba la
Pero igual que combatimos,
rumba la rumba la rumba la
prometemos resistir.
Ay Carmela, Ay Carmela.

6 comentarios:

rainontin dijo...

Supongo que de ahi nacieron los tacos de obispo, siga ahí doña Claudia

Black Bird dijo...

jaja gran historia, yo quiero un legado así, además que ya se xq te llevas con tona y andrés si sus abuelos eran un masón y un cristero respectivamente jajaja

Sebastiana dijo...

jajajajaja...

una anécdota encantadora!

Anónimo dijo...

Esto está bien padre.

Coati Ciri dijo...

lovely... indeed

lucas dijo...

Ud y yo compartimos una historia familiar. Leopoldo Menéndez era el tio de mi abuelo, y fue el quien al final, despues de la guerra, lo envio al exilio, donde despues de varias paradas, termino en colombia...
Es poco lo que se de como fue ese ultimo adios entre ellos, al menos en españa, pero se que en algun momento mi abuelo viajo a Mexico.
Un abrazo familiar lejano!